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LIDERÓ LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS EN LA PRODUCCIÓN DEL CAMPO Semblanza de Eduardo Olivera Hijo de Domingo Olivera, formó parte de una de las familias más reconocidas de la época. Fue senador y diputado y, aunque no aceptó el Ministerio de Relaciones Exteriores que le ofreciera Nicolás Avellaneda, sí se hizo cargo de la Dirección General de Correos. Fue estadista, escritor y defensor de la agricultura y de la ganadería, estudió en el Instituto Agrícola de Grignon de Francia alcanzando el título de Ingeniero Agrónomo. De regreso en Argentina propició el desarrollo del campo a través de métodos de avanzada y la introducción de nuevas tecnologías. Fundó la Sociedad Rural Argentina y fue creador del primer Instituto Agronómico Argentina. |
EMBLEMA DEL BARRIO
Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972. Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta. Población total: 54.191 Hombres: 25.484 Mujeres: 28.707 Superficie: 5,1 Km2 Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2 (Censo del 1º de julio de 2001 ) |
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Olivera pensaba que "El suelo es la patria y cultivar al uno es servir a la otra". Soñaba con una asociación que le diera vitalidad al campo argentino. El ingeniero quedó fascinado al visitar una muestra ganadera que se realizó en la ciudad inglesa de Birmingham, por lo que no fue raro que el 10 de julio de 1866 se reuniera con un grupo de colegas para dar nacimiento a la Sociedad Rural Argentina. En ella jugó un papel prominente ya que desde la revista Anales, sostuvo la necesidad de desarrollar una industria rural, expandir la agricultura y colonizar la tierra mediante el asentamiento de los campesinos como propietarios. Para ello propiciaba rebajas del precio de la tierra y una serie de facilidades para los colonos con vistas a tecnificar la producción y limitar el latifundio. Después de visitar el Royal Show de Birmingham le escribe conmocionado a su padre Domingo: "¿Se acuerda del arado de vapor? Bueno, ahora lleva dos rejas en lugar de una, y marcha a una velocidad de 50 yardas por minuto...". Eduardo Olivera estaba viviendo el nacimiento del tractor y el surgimiento de una oleada tecnológica que vendría a abonar el sueño argentino: domar el territorio, convertir el sol, la lluvia y el trabajo en alimentos para el mundo. Hacia fines de la década de 1860, Eduardo Olivera -un férreo defensor de la agricultura- se opuso paradójicamente al proyecto de Sarmiento de crear colonias agrícolas en Bragado y Chacabuco, pues temía que ese proyecto, aplicado en zonas ya dedicadas a actividades ganaderas, terminaría con éstas. Olivera también propició la educación de los más jóvenes. En 1868, logró que se funde la Escuela Práctica de Agricultura y Veterinaria de Santa Catalina, en Lomas de Zamora. Eduardo decía: "El pastor es el esclavo más completo de la naturaleza. Es el hombre más apto para sufrir toda clase de tiranías y nunca podrá ser el ciudadano republicano que buscamos". De tal manera trabajó para educar al soberano: escuelas para los niños y adultos campesinos le permitirían a éstos desarrollar su potencialidad como personas y trabajadores. Eduardo Olivera trajo al país al técnico forestal belga Carlos Vereecke quien trazó un parque de 60 hectáreas alrededor de la casa paterna donde forestó con distintas especies; este parque es el antecesor directo del Vivero Municipal. Por todos los antecedentes mencionados Olivera fue nombrado Patriarca de la Agricultura y Ganadería, siendo muchos de los desarrollos logrados en nuestros campos frutos de su empuje y de su decisión de progreso. |
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