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LAS PANTALLAS HUMANIZADAS PUEDEN SER UN APORTE

Las virtudes de la virtualidad

24/04/2020 - En estos difíciles primeros días abril de 2020 los maestros y maestras estamos planificando clases virtuales con la esperanza de realizar aportes para dar continuidad o comienzo a la apertura de un nuevo período no presencial. Hay que aclararlo siempre, las aulas virtuales no reemplazan las aulas presenciales, pero podemos reconocer que constituyen una inmensa herramienta, especialmente en estos tiempos de cuidado. Quiero compartir algunas reflexiones y preguntas relacionadas con las clases virtuales en tiempos alterados, tiempos de pandemia, con la esperanza que transforma estos días en una oportunidad para continuar aprendiendo...

 

EMBLEMA DEL BARRIO
PARQUE AVELLANEDA

Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972.

Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta.

Población total: 54.191

Hombres: 25.484

Mujeres: 28.707

Superficie: 5,1 Km2

Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2

(Censo del 1º de julio de 2001 )

 
   

Sabernos inmersos en una comunidad, conectarnos con otros/as docentes y con las familias, porque son tiempos donde urge gestar otro mundo posible, más humano, es decir más solidario, más igualitario, más justo y más generoso.

Urge decir también que son días para acrecentar las políticas de cuidado, en general, y de conectividad en particular, entre otras, que democraticen el acceso y obviamente buscar diversas formas para contrarrestar las inmensas injusticias, hoy más visibles pero de gran profundidad hace décadas.

Maestros y maestras aportamos, entonces, tiempos y saberes, certezas y preguntas para planificar y desarrollar las clases en la vitrualidad.

  Las virtudes de la virtualidad

La palabra virtud tiene dos acepciones, por un lado la capacidad que tiene algo de generar un efecto positivo y por otro la disposición sincera de hacer el bien.

Las clases en las pantallas, pueden contribuir a generar situaciones positivas, llevar palabras de aliento y a generar espacios pedagógicos. Lejos del apuro, la corrida, los listados tan infinitos como reiterativos sin y sin sentido.

Al planificar, los maestros y maestras, como tantos otras /as trabajadores nos disponemos a hacer el bien. Pensemos en los trabajadores de la salud, de la alimentación, los que sostienen los comedores, los transportistas, etc.

  Surge la primer pregunta: ¿cómo humanizar las pantallas?

Reconocer la situación que estamos atravesando, docentes estudiantes y familias, es prioridad, no es un como si, no es acá no pasó nada, todo lo contrario. Es llevar esperanza, un grado de optimismo. Este tiempo pasará no mágicamente pero sí con decisiones y medidas para afrontarlo. Por lo tanto, acercar información confiable e invitar a apagar la TV que desinforma y encender fuentes televisivas, radiales y digitales fehacientes. Cuidarnos de la contaminación informativa.

Buscar propuestas para la apertura y la presentación de cada clase/encuentro, muchas veces un simple y sencillo video donde no falten los tonos de voz, las miradas, incluso la sonrisa, el saludo de bienvenida y pueden ayudar, es decir humanizar.

   
   

   
   

Somos docentes, no simples hacedores de actividades, como lo hacemos en las clases presenciales, en estas también, con la certeza que ni una ni otra son espacios para un inventario de actividades. Las clases son instancias de diálogo e intercambio. Habrá que elegir formatos para que así sea, teniendo en cuenta que en la virtualidad las interacciones podrán ser sincrónicas o diferidas. Están inmersas en una planificación que seguro sufrirá modificaciones, se alterará, adecuándose a las condiciones del devenir de los días. Toda planificación es flexible y dinámica, en estos días más, tiempo y responsabilidad.

  Otra pregunta puede ser ¿Cómo preparar la clase o las clases? 

No hay una respuesta única. En muchos profesorados, posgrados, instancias universitarias se viene utilizando el formato virtual como complemento, las y los asesores de TICS están haciendo un esfuerzo enorme, valorarlos y preguntarles dudas y posibilidades, es otra forma de aprender a armar clases virtuales. Compartir con otros docentes compañeros y compañeras de ruta, logros, incluso obstáculos, leer /escuchar y conectarse con especialistas en el tema es otra posibilidad.

Ni espejismos ni espejo, la clase virtual no es una copia o transposición de la clase presencial, tampoco es la solución a los todos los problemas, pero contribuye a generar otros escenarios pedagógicos.

Otro aspecto infaltable es considerar que si bien estamos solos/as frente a la computadora planificando (o con algunos/as colegas a través de las redes) con la responsabilidad que eso implica formamos parte de una comunidad escuela, con sus tensiones, complejidades, acuerdos y desacuerdos, esperanzas y desesperanzas, la escuela hoy continúa siendo refugio, hospedaje virtual. Hasta que la pandemia finalice.

La escuela no cierra las puertas de la contención, en muchas escuelas se entrega comida! La escuela busca formas distintas de acoger y de enseñar, mientras los maestros y maestras pensemos encuentros/clases virtuales, que no reemplazan las presenciales pero ayudan a transitar estos momentos, acompañan y abrazan. Están suspendidas las clases presenciales, no las virtuales.

Es importante destacar que muchos gobiernos han implementado propuestas complementarias como programas televisivos y radiales, tal es el ejemplo de Argentina con sus canales Encuentro y Paka Paka , incluso elaborado contra reloj cuadernillos para repartir a lo largo de nuetra patria profunda. Se trata de pensar (palabra que comparte origen con la palabra cuidar) , decidir y concretar recursos para acompañar.

  Algunas preguntas mientras planificamos:

  ¿Qué tipo de actividades proponemos en las clases virtuales?
  ¿Cuánto tiempo invertirán en realizarlas los/las estudiantes ? Considerar que son tiempos de difícil concentración, atravesados por la angustia.
  ¿Cuántos desafíos incluimos?
  ¿Cuántos juegos?
  ¿Todos realizarán la misma actividad?
  ¿Qué posibilidades de elegir propongo como docente?
  ¿Priorizo actividades autónomas, grupales, de a pares, con la familia? ¿Qué formatos elijo fundamentadamente: escritura, audios, videos multimediales, etc?
  ¿Qué relación tienen las clases virtuales entre sí?
  ¿Y con las demás áreas?
  ¿Qué acuerdos previos (o espontáneos) como institución, área y ciclo, modalidad podemos convidarnos?
  ¿Qué canales utilizaré para poner en común las producciones?
  ¿Y las devoluciones?
  ¿Y el aliento a continuar?
  ¿Y a la participación de las familias? Toda la comprensión y el apoyo, no todas las familias están en la misma situación, se agudizan las injusticias de acceso, de tiempos y de necesidades básicas.

Clases en plural, por un lado porque estaremos armando varias para estas semanas, (las que consideremos estrictamente necesarias, los tiempos se alteraron) y también porque a los estudiantes les llegarán otras tantas, de varias/os docentes ¿cómo lo articulamos? ¿o bien cómo las elaboramos conjuntamente?

Armar las clases-encuentros virtuales es hoy una necesidad y una inmensa oportunidad para crear. A días complejos y soluciones complejas.

  “Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti”

Con estas increíbles y vigentes palabras, hacia finales del siglo XIX, José Martí le dedicaba los 12 poemas a su hijo: José Francisco.

No podían encontrarse personalmente, la palabra y la poseía unía esas distancias, aplacaba el dolor y fundaba esperanza.

  Una posibilidad entre tantísimas: los museos virtuales

En estos tiempos las puertas de los museos permanecen cerradas, sin embargo, los museos virtuales están bien abiertos. Constituyen entornos de aprendizaje vinculados al patrimonio cultural o natural, colaboran en las funciones intrínsecas de estas instituciones: conservación, exposición ( en pausa en durante estos días) y divulgación, ofrecen propuestas actualizadas y dinámicas como forma de abordar patrimonio que albergan.

La génesis de los museos virtuales responden a diferentes etapas históricas, según señala Bellido, L ( 2000) especialista en la temática, como forma de adaptarse a las nuevas condiciones contemporáneas, incorporando tecnologías y superando la dimensión espacio temporal. La autora esgrime como antecedentes el museo transportable de la primera mitad del siglo XX creado por Duchamp Marcel y el museo imaginario de Malraux André (segunda mitad del mismo siglo aproximadamente).

Es necesario diferenciar los museos virtuales, éstos poseen sede física, (cerrada en estos días!) de los museos digitales que no la poseen y cuyas obras, en muchos casos sólo existen en el ciberespacio. También señala una diferencia sustancial, los museos virtuales son mucho más que galerías de imágenes.

Como docentes podemos navegar en los oleajes de los museos virtuales, e inspirarnos, tanto utilizar algunas fuentes, algunas actividades (elegidas fundamentadamente) como para proponer un viaje virtual, según los contenidos y los objetivos, incluso los intereses e inquietudes de nuestros estudiantes. 

La accesibilidad, el acortamiento de distancias, amplían el límite el ingreso virtual desde cualquier lugar del mundo. Aquí es necesario subrayar algunas cuestiones, una es darse tiempo para navegar incluso perderse y volverse a encontrar en el puerto de partida. Navegar por todo el sitio, y zambullirse críticamente en las propuestas, que siempre se encuentran dentro de un paradigma educativo.

Ojalá para nosotros, docentes, también sea placentero movernos en el mar de la virtualidad. Ojalá los hallazgos sean inspiradores, nos traigan recuerdos y nos entusiasmen. ¿Cómo entusiasmarnos para entusiasmar?

Otro punto a considerar es la interactividad y su amplio abanico, muchas veces hay un abismo entre la declamación y la realidad, no es lo mismo apretar un botón que elaborar una respuesta que implique participar reflexivamente.

Diferenciamos el recorrido virtual, las propuestas 360°, las galerías de imágenes y las propuestas de actividades en línea o para descargar. Dentro de éstos últimos podremos encontrar planos, material informativo, hojas de ruta y cuestionarios con diferentes grados de desafíos. Es muy importante reconocer el tipo de actividad: simples crucigramas o materiales más creativos y elaborados con cuidado y respeto. También podemos indagar si el sitio contiene videos, videojuegos, trivias, juegos de búsqueda, etc.

  Algunas cuestiones para evaluar el museo virtual y decidir su utilización en la clase virtual.

1. ¿Cuenta con contenidos sustanciales y valiosos? ¿Son relevantes para los objetivos pedagógicos que nos proponemos? Diversifica, complejiza, establece jerarquías, ¿incluye una o múltiples disciplinas?
2. ¿Permite diferentes vías de navegación?
3. ¿Qué tipo de actividades propone? (conductistas o creativas, según edades, individuales, grupales, dirigidas, autónomas)
¿Qué características poseen las actividades que proponen para realizar fuera del museo? Comparar, replicar, comparar, seleccionar, pintar, elaborar, construir, descartar, separar, unir, completar...
4 ¿Qué lenguaje utilizan? (Amigable, académico, acorde a la edad)
5. ¿Hay lugar para diferentes voces? ¿En algún espacio se encuentran relatos de los docentes? ¿Y de los educadores o especialistas (biólogos, historiadores, artistas, entre otros)?

  Algunos sitios que muestran varios museos físicos y su museos virtuales:

http://museosvivos.educ.ar/
https://www.cultura.gob.ar/cuales-son-los-26-museos-nacionales-de-argentina_7609/

  Algunos sitios para navegar según áreas que priman:

http://conti.derhuman.jus.gov.ar/
https://museohistoriconacional.cultura.gob.ar/
https://cabildonacional.cultura.gob.ar/
https://casadelaindependencia.cultura.gob.ar/
https://museojesuitico.cultura.gob.ar/
https://www.museogallardo.gob.ar/
http://www.macnconicet.gob.ar/
http://www.ecocentro.org.ar
https://www.bellasartes.gob.ar/
https://www.rosario.gob.ar/web/ciudad/cultura/museos/museo-de-arte-contemporaneo-rosario-macro
https://www.museothyssen.org/

Virtud y virtualidad comparten un origen latino: “virtus”, aluden a la voluntad para realizar un trabajo, también a la dignidad. La virtualidad posee sus virtudes, aunque es necesario ser criteriosos/as, su utilización sin reflexión las desvirtualiza.

Mientras cuidamos y nos cuidamos, multipliquemos fuerzas para armar encuentros/clases virtuales significativas, esperadas, sensibles, dignas y dignificantes de ida y vuelta.

Mientras vamos pariendo otros mundos posibles, sumemos fuerzas para armar y amar encuentros/clases virtuales que alternen y alienten tiempos de todos /as y cada/uno, de vuelos y saltos, de lecturas y cantos, de corazones y manos.

Patricia Guijarrubia
Parque Avellaneda, Buenos Aires, Argentina

Bibliografía:

*Los recursos interactivos en línea de los museos de arte como recursos educativos , Benito López Victoria , Revista IBER n° 78, Octubre 2014.
*Salir del aula. Aprender en otros contextos: Patrimonio natural, museos e Internet MelgrF, Donolo, S, Revista Eureka , Universidad de Cádiz, 2011
*Museos circulares, reflexiones sobre escuelas y museos, febrero 2017 Ministerio de Cultura, Dirección Nacional de Museos. CABA
*Museos virtuales y museos digitales, Bellido R , 2000,
http://museosvirtuales.azc.uam.mx/sistema-de-museos-virtuales/sinapsis/museos_digitales.html#museo

En este sentido los invito a escuchar la webinars donde Mariana Maggio, con micha claridad y sinceridad nos hace pensar sobre el mundo de la tecnología: 2° webinar Educación y creatividad en tiempos del coronavirus (hacer click aqui)

   
 

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