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LOS EJECUTARON EN SU CASA DE PARQUE AVELLANEDA Robo y muerte en el barrio 22/07/2019 - Una pareja de policías fue detenida por el crimen del matrimonio de Alberto Antonio Chirico y María Delia Speranza. El hecho ocurrió el 11 de junio en su casa de la calle Eugenio Garzón 3587. Los detenidos pertenecen a la Policía de la Ciudad y se desempeñaban en la Comisaría vecinal 9C. El móvil del crimen parece haber sido el robo, ya que los familiares de las víctimas denunciaron un faltante en el hogar de $ 300.000. Al parecer la pareja de policías había ganado la confianza de estas dos personas, al punto de haberles franqueado el ingreso a su hogar. Una vez dentro los habrían ejecutado con un tiro en la nuca. |
EMBLEMA DEL BARRIO
Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972. Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta. Población total: 54.191 Hombres: 25.484 Mujeres: 28.707 Superficie: 5,1 Km2 Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2 (Censo del 1º de julio de 2001 ) |
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Por orden de la jueza Vanesa Peluffo, del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 63, y tras una investigación de la fiscal Estela Andrades y de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina, se acusó y detuvo a la pareja de policías formada por Sonia Soloaga y Diego Pachila, ambos pertenecientes a la comisaría vecinal 9C. Desde la investigación señalaron que la clave para conectar a la pareja de policías con la causa fue una denuncia por el robo de $300 mil y de su arma reglamentaria que Soloaga formuló en una comisaría de la comuna 7. La mujer afirmó que el mismo día del crimen iba en su auto cuando de atrás la chocó un Volkswagen Gol y por delante la encerró un Renault Duster y de cada auto bajó un delincuente armado. Según esa denuncia, los ladrones le robaron los $300 mil en efectivo y su pistola 9 milímetros reglamentaria, con la cual ella afirmó haber efectuado dos disparos, la misma cantidad de tiros con los que mataron al matrimonio Chirico. "No hubo ni un testigo de ese asalto, nadie que escuchara esos dos balazos y tampoco encontramos un video que constate que ese robo existió", dijo uno de los investigadores. Ante la fragilidad del relato, los investigadores analizaron los registros de telefonía celular y comprobaron que los policías sospechados estaban en la zona del crimen en el momento en que éste era cometido. Esto al menos es lo que indican los registros de las antenas de la compañía. Fue por ello que la jueza ordenó secuestrar los teléfonos móviles de los imputados para que sean peritados con el fin de analizar sus llamadas entrantes y salientes y sus mensajes en redes sociales. Frente a esto, la Oficina de Transparencia y Control Externo de la Policía de la Ciudad pasó a ambos efectivos a disponibilidad y les abrió un sumario administrativo. Soloaga y Pachila fueron indagados por la jueza Peluffo, acusados de "robo y homicidio criminis causae" es decir, matar para ocultar otro delito y lograr la impunidad. Este delito prevé una pena de prisión perpetua. Se conjetura que, por razones de servicio, la pareja de policías habría entablado una relación de confianza y cercanía con los vecinos Antonio Chirico y María Delia Speranza, ya que estaban afectados a la seguridad de la zona donde se encontraba la vivienda de la pareja asesinada. Ambos policías fueron sometidos a la toma de una serie de muestras para cotejar sus huellas y su ADN con algunos rastros levantados en la escena del crimen. También les incautaron sus pistolas provistas por la Policía de la Ciudad, aunque en el caso de la oficial, el arma que tenía en la actualidad es una que le otorgaron tras su denuncia por el robo de la anterior. La pareja asesinada fue ejecutada mediante el mismo procedimiento: un balazo en la cabeza con un arma 9 milímetros, utilizando un almohadón como silenciador. La principal hipótesis de los investigadores es que el doble crimen fue durante un robo de dinero, ya que todos los ambientes de la casa del matrimonio estaban revueltos. El hecho fue descubierto el 11 de junio por la tarde, cuando efectivos de la comisaría vecinal 9C de la Policía de la Ciudad que recorrían la zona observaron que el portón de la casa se encontraba abierto, localizaron a una hija que vive a una cuadra y cuando entraron hallaron los cadáveres de la pareja. Fuente: Prensa Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires |
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