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EL PREDIO DE LAS CANCHAS PEUSER PODRÍA SER UNA ALTERNATIVA Floresta Rugby Club busca cancha 25/02/2017 - Con tan solo un jugador, el Floresta Rugby Club, tuvo su primer entrenamiento el 3 de septiembre de 2005 en las instalaciones del Club Luz y Fuerza, en pleno corazón de nuestro barrio. Desde aquel momento, con esfuerzo, trabajo y dedicación, el club siguió creciendo como un espacio de formación deportiva y de inclusión social. Luego se dió un paso trascendental, integrar la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA). A casi 10 años de ese momento el club transita una instancia definitoria: si para octubre no cuentan con un lugar propio, serán excluidos de la entidad... Las Canchas Peuser del Parque Avellaneda podrían ser su salvación. |
EMBLEMA DEL BARRIO
Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972. Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta. Población total: 54.191 Hombres: 25.484 Mujeres: 28.707 Superficie: 5,1 Km2 Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2 (Censo del 1º de julio de 2001 ) |
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La historia de este proyecto ambicioso, nacido de la imaginación de Juan Marchetti, comenzó a escribirse cuando el 3 de septiembre de 2005 Juan se reunió con Rolando Faverio para comenzar a materializar lo que para muchos era una idea loca: fundar un club de rugby en Floresta, barrio a priori ajeno a este deporte. “El proyecto nació viendo lo que había realizado la gente de Virreyes Rugby Club y tiene como objetivo sacar a los chicos de la calle y de los cybers logrando que de a poco dejen el sedentarismo en el que están inmersos”, cuenta Marchetti. Los primeros tiempos fueron a puro pulmón, esparciendo la convocatoria de boca en boca, volanteando en el barrio con la ayuda de los canillitas de la zona. De a poco los pibes y los grandes se fueron acercando para ver que es lo que pasaba en las canchas del club Luz y Fuerza (Segurola y Remedios de Escalada de San Martín), lugar donde entrenaron durante los primeros meses. “Es un gran esfuerzo, se hace todo a pulmón y nos faltan muchas cosas. Pero me gusta decir que somos el Atlas del rugby”, cuenta con orgullo Juan. “La idea nació pensando en que no debería ser difícil para los chicos poder jugar al rugby”, agrega.
Para fines del 2005, con mucho esfuerzo, Floresta llegó a conseguir siete jugadores. Con un equipo en formación, mucha ilusión y una emoción infinita partieron hacia Pilar. Ese día FRC haría su debut en un amistoso frente a la Sociedad Hebraica. Durante 2006 y, en pleno crecimiento, el club sufre su primer desarraigo. Ante la pérdida del espacio de entrenamiento, un grupo de jugadores mayores de 18 años comienza a entrenar en la Plaza Monte Castro (Miranda y Mercedes). Las condiciones no eran las mejores, el peligroso entorno de la plaza y la actualidad del club, hicieron que FRC buscara un nuevo campo de entrenamiento. Así fue como el club llegó al Polideportivo del Parque Avellaneda, lugar donde aún hoy siguen los entrenamientos. En 2007 gracias al boom por el histórico tercer puesto obtenido por Los Pumas en el mundial, llegó a Floresta un aluvión de jugadores que permitieron la formación de dos categorías juveniles: la M16 y la M19. Estas dos categorías le posibilitaron, al comenzar el 2008, el debut oficial en URBA.
Fue también durante ese año cuando nació el sueño del predio propio. Floresta comenzó a buscar lugares en la provincia de Buenos Aires para tener su propia casa, pero los costos y los recursos disponibles hicieron de esto una gran utopía. La búsqueda de una cancha tuvo su final feliz en diciembre, con la llegada del Predio Open Door a 77 km de Floresta, 10 hectáreas en un lugar soñado. Cuando las complicaciones y las perdidas parecían quedar atrás, llegó el fatídico 2013. Fue el año más triste en la historia del club. El 2 de diciembre, falleció Jorge Palma su eterno capitán. Además, después de dos años de tener localia en Open Door, Floresta RC, sufre su segundo desarraigo. La crisis no solo era institucional. El dolor más grande era personal, la gente que hacia Floresta estaba mal y eso era mucho peor que cualquier otra adversidad. El 2014 recibió a un club diezmado, con 7 juveniles en el club, una superior con más ganas que virtudes, desarraigados y con un vacío que había que llenar por la partida física de su capitán. Una vez más la constancia y el sentimiento de equipo, hicieron que Floresta batallara por salir a flote. Desde 2014, viene a paso lento pero firme, en un proceso de reconstrucción y recuperación para sentar las nuevas bases de este club. Actualmente tiene en competencia, una M15, una M17 y un plantel Superior. Tiempo de definiciones En diciembre de 2016, los directivos del Floresta RC fueron citados por el Área de Competencias de la Unión de Rugby y recibieron un ultimátum: si en octubre de 2017 no cuentan con un lugar propio, serán excluidos de la entidad. Esto responde a un requisito dentro del reglamento interno de la Unión, que está siendo incumplido. “Si perdemos la afiliación a la URBA perdemos el club. Y no entramos más, porque todos se irían a otros clubes, los que pueden hacerlo, y los que no se quedan sin el rugby y la comunidad que esto generó a su alrededor”, resume Rolando Faverio, cofundador del proyecto. “No tenemos sponsors, ni subsidios considerables, son los vecinos los que nos impulsan a seguir, los propios chicos y sus padres..." comenta Juan Marchetti, iniciador de este sueño... En este contexto las alternativas no son muchas para lograr salvar al club de la disolución. Quizá la mas firme, por lo cercana, sea conseguir el permiso de la Mesa de Trabajo y Consenso (MTC) del Parque Avellaneda para que se les ceda el sector denominado Canchas Peuser. “Lo que pedimos es una cesión parcial del predio por diez años, en horarios y días estipulados que son los que entrenamos y tenemos fechas de partido”, comenta Juan Marchetti, presidente de la institución. Y agrega: “Después podrían usarlo escuelas del barrio y otros clubes que también carecen de una buena infraestructura”. “A cambio de la cesión, le haríamos reformas al espacio. Por ejemplo, pondríamos vestuarios, un quincho para el tercer tiempo y para festejar los cumpleaños de los chicos del barrio, dos canchas de rugby y una de hockey para que también las chicas tengan su espacio y pueda reunirse toda la familia”, detalla el presidente del FRC. “Estamos dispuestos a recibirlos en el próximo plenario de la MTC y escuchar su propuesta”, expresó Fabio Oliva, integrante de la Mesa, quien luego agregó: “Siempre que sea para aportar al Parque y a los miembros de su comunidad, podemos estudiar el proyecto”. Una vez superada esta instancia, el paso siguiente sería lograr que el escrito ingrese en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires" para que le de sanción definitiva. Dicen por ahí que lo que no te mata te hace más fuerte, y el Floresta Rugby Club (que no entiende de imposibles) es el vivo ejemplo de que con voluntad, se puede. La ilusión está intacta. El Floresta RC seguirá dando pelea, como siempre. La cancha propia tiene que ser un sueño realizado en poco tiempo mas... Fuente: Juan Marchetti (Cel: 15-6363-5592) - CEDOM - Notas de archivo propio. |
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