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LA HISTORIA SE HACE PRESENTE ¿Una reja del Lezama en nuestro parque? 17/11/2014 - A raiz de un artículo periodístico aparecido hace algunas semanas en la sección Arquitectura del diario Clarín, realizamos un pequeña investigación que dio resultados asombrosos... Aparentemente el portón que hasta hace poco tiempo estuvo en nuestro Parque Avellaneda, sobre la calle Lacarra al 1200, y que fuera retirado de manera transitoria hace unos meses por motivos de seguridad (ya se han iniciado las obras necesarias para poder tenerlo nuevamente en su lugar) pertenecería a la casa de la familia Lezama, la cual vendió (como los Olivera) su propiedad para que el Municipio levantara el conocido Parque Lezama. |
EMBLEMA DEL BARRIO
Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972. Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta. Población total: 54.191 Hombres: 25.484 Mujeres: 28.707 Superficie: 5,1 Km2 Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2 (Censo del 1º de julio de 2001 ) |
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La nota de Miguel Jurado (Editor adjunto del suplemento de arquitectura del diario Clarín) hablaba del hallazgo del "Portón perdido del Parque Lezama"; y en ella se hacía referencia al encuentro casual de un vecino con un ícono perdido del patrimonio porteño: los portones del Parque Lezama, retirados en 1931. El hoy Parque Lezama (les propongo hacer una analogía con nuestro Parque Avellaneda y la Flia. Olivera) fue en sus comienzos una gran propiedad perteneciente a José Gregorio Lezama (comerciante salteño que le compró la propiedad al estadounidense Charles Rigley Horne, cuñado del general Juan Lavalle e íntimo amigo de Rosas). Lezama incluso contrató a un paisajista belga para que diseñara sus jardines de acuerdo a la usanza de la época, con caminos y senderos, esculturas, monumentos, copones y bancos de mármol. Además, hizo traer árboles y plantas de todo el mundo.
Luego de la muerte de Lezama (ocurrida en 1889), su viuda, Doña Angela de Alzaga, le vende (en 1894) la quinta a la Municipalidad por $ 1.500.000 de la época. La cifra estaba muy por debajo del valor real de la propiedad, pero la operación se hizo con la condición de que el parque fuera un espacio público y que fuera llamado como su dueño. Así nació el Parque Lezama. El encargado de moldear su paisaje, en 1896, fue Carlos Thays.
La reja original del Parque Lezama la sacaron en 1931 (otras fuentes dicen que el hecho ocurrió en 1938) por seguridad. Es que el parque se abría sólo los jueves y los domingos y, según crónicas de la época, los asaltantes solían escaparse de la Policía escalando esa verja para ocultarse entre la vegetación (el mismo efecto se busca hoy con el procedimiento inverso: enrejar el espacio público para prevenir la delincuencia).
Como podemos ver, el ingreso al parque se realizaba a través de tres portones, uno central (el mas grande) y dos laterales de menor tamaño. La aparición de los portones laterales En la nota de Miguel Jurado se relata el hallazgo de un vecino (Gustavo Raik, arquitecto, fanático de la historia viva de la ciudad y con un ojo clínico envidiable) que paseando por el barrio de Parque Patricios encuentra (en Montesquieu al 400, a dos cuadras de la cancha de Huracán) un portón que por sus características sería uno de los dos portones laterales perdidos del Parque Lezama...
Al ver la foto quedé asombrado, pensé que por error habían puesto en la nota una foto de otro portón, mucho mas conocido por los vecinos del Parque Avellaneda, el que hasta hace unos meses atrás estuvo colocado en la Av. Lacarra al 1200. Pero no, si nos fijamos con detenimiento las columnas son distintas, y hasta la reja tiene algunos detalles que las diferencian, agregados que habrían sido realizados con posterioridad a alguna reparación hecha, quizá, para mejorar su seguridad. Veamos algunas fotos de "nuestro" portón... Estas dos fueron tomadas en distintos días del mes de octubre del 2013 por la utilidad "street view" de google maps...
Como vemos, las rejas (la nuestra y la de Parque Patricios) son casi idénticas. Apenas si podemos darnos cuenta de su distinta procedencia al observar el remate de las columnas (piramidal la nuestra, plana la otra) y la pared lateral del portón (una pared alta en la de Patricios, una parecita en la nuestra). Por cuestiones de seguridad (los amarres del portón se estaban soltando y las columnas se mostraban endebles) el portón de Parque Avellaneda fue retirado a fines del año pasado...
Los meses pasaron, los vecinos se inquietaban y el portón no volvía. Algunas fuentes revelaron que hubo un intento de ubicarlo en otro lugar del parque, en la entrada de Lacarra y Directorio, pero el proyecto habría sido abandonado debido a que no se respetaba su emplazamiento original. Finalmente, después de muchos meses de espera, las obras para devolverlo a su lugar han comenzado. En un principio con el cercado de la zona y luego con la demolición de los viejos pilares...
El Ahora sólo resta que se construyan dos nuevas columnas (tarea que no podría demorar mas que un par de semanas) para luego si disfrutar con el regreso esperado: la reinstalación de un portón que defendemos como propio (por los años que lleva acompañándonos) pero que habría venido de otro barrio, de La Boca, abandonando para siempre el Parque Lezama, sumándose como ícono identitario a nuestro lugar, el Parque Avellaneda... Fuente: Diario Clarín - Google Maps |
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