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ENTRE LA MODA Y EL TRABAJO ESCLAVO

Teatro en "La Alameda"

08/12/2011 - La obra de teatro "Baja costura" se estrenará en la sede de "La Alameda" (Av. Directorio 3998) el próximo sábado 10 de diciembre a las 21 hs. El trabajo de las actrices Moyra Agrelo y Soledad Galarce presenta crudamente las contradicciones entre el mundo de la moda y el de los talleres clandestinos. "Baja costura" es una pieza teatral tamizada de humor, apoyada en música y video, que interpela al espectador con una pregunta inquietante: ¿Cuánto cuesta la belleza? La entrada es gratuita, aunque se solicita la donación de un alimento no perecedero que será entregado a los trabajadores en lucha de la empresa "Nuestra Huella".

EMBLEMA DEL BARRIO
PARQUE AVELLANEDA

Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972.

Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta.

Población total: 54.191

Hombres: 25.484

Mujeres: 28.707

Superficie: 5,1 Km2

Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2

(Censo del 1º de julio de 2001 )

Un vestido puesto en una pasarela representa horas y horas del trabajo de mujeres hacinadas en un taller que huele mal. Un cuerpo perfecto en una revista necesita de pinchazos, cortes y dolor en un quirófano. Una sonrisa radiante oculta un desorden alimenticio. ¿Adoramos la belleza, adoramos hacer sufrir, adoramos sufrir?

"Baja Costura" busca detrás del resultado, busca hacernos reir de nuestras pretensiones y enfrentar nuestros fantasmas. Busca la miseria en la belleza. "Baja Costura" busca identificarnos con las distintas mujeres que forman parte de la cadena de producción de la moda haciendo que los personajes transiten y se transformen en cada estadío. No hay bandos, solo hay cuerpos sometidos en pos de un resultado: el placer efímero.

El transcurrir del espectáculo es vertiginoso, el tiempo lo dicta el ritmo de las máquinas de coser, los textos son concisos y pierden su significado en pos de la forma tal como la vida de estas mujeres atadas a sus mesas de trabajo. El material surge como una necesidad tanto estética como narrativa de llevar al escenario el mundo del corte y la confección industrializada. A esto se suma el desafío funcional de manejar máquinas de coser y cortar en escena y llevar adelante la realización de una prenda conjuntamente con el devenir de la estructura dramática.

Asimismo, al ejercicio estético y teatral se suma el contenido conflictivo y contradictorio que rodea el mundo de la moda: su relación con los talleres clandestinos, el ideal de belleza en permanente lucha con los cuerpos de las mujeres que hacen cualquier cosa para llegar a un objetivo inalcanzable, etc.

"A través de Baja Costura pretendemos enfrentarnos a nuestra contradicción como mujeres consumidoras de moda o “fashion victims”. También buscamos poner sobre el tapete la situación que se vive a diario en los talleres clandestinos y el rol de la mujer con respecto al corte y confección", concluyen las actrices que llevan adelante esta obra.

Síntesis Argumental

Delfina y Catalina son dos mujeres de clase alta que se dedican a diseñar y fabricar ropa usando un taller de dudosa procedencia. Después de una noche de “boliche” llegan a retirar las prendas terminadas del taller pero se encuentran con que el taller está vacío, las prendas no están siquiera empezadas, y los rollos de tela, intactos.

Después de un breve momento de desesperación deciden que ellas mismas coserán las prendas que necesitan. En ese momento se enfrentan a los problemas de los materiales, las máquinas y sus propias limitaciones. Es así como comienza un juego entre máquinas, cuerpos y materiales que se extiende a lo coreográfico, lo rítmico y lo concreto de la confección de una prenda.

A medida que avanzan en la costura de las prendas y se repiten las tareas, una tras otra, el tiempo pierde sentido y el espacio se transforma. La tarea se hace impalpable y las mujeres ya no saben hace cuánto tiempo están ahí y cuánto falta para terminar, la identificación con las trabajadoras del taller empieza a ser evidente y testimonial.

Narrando, a través de textos sencillos y apoyados en imágenes, los sucesos de incendios en talleres de costura en 1911 en Nueva York y en el 2006 en el Bajo Flores. El tiempo deja de ser una variable y la poética de la obra estalla, por supuesto, en un incendio.

Carlos Davis

Fuente: Gustavo Vera

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