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Claves para disfrutar al máximo de una primera salida de observación de aves

Observando a las aves

19/12/2023 - Qué conocimientos son necesarios para una primera salida de avistaje de aves, cómo vestir y qué elementos no deben faltar para ser parte de una buena experiencia, son tres preguntas obligadas que cualquier persona que quiera iniciarse en el universo plumífero debe hacerse antes de emprender la aventura. Una salida para observar aves implica, en la mayoría de los casos y cuando involucra selvas, introducirse en lo profundo de la vegetación y contemplar durante horas el paisaje a la espera de algún sonido o movimiento. Por este motivo, son imprescindibles la paciencia y la constancia para entrenar ojo y oído, dos tareas poco sencillas.

 

EMBLEMA DEL BARRIO
PARQUE AVELLANEDA

Nombre dado por Ordenanza N° 26.607, Boletín Municipal 14.288 del 04/05/1972.

Límites: Av. Juan B. Alberdi, Escalada, Av. Castañares, Lacarra, Av Tte. Gral. Luis J. Dellepiane, Portela, Av. Directorio y Mariano Acosta.

Población total: 54.191

Hombres: 25.484

Mujeres: 28.707

Superficie: 5,1 Km2

Densidad poblacional: 10.614 Hab/km2

(Censo del 1º de julio de 2001 )

 
   

Se debe procurar que el calzado y la vestimenta sean cómodos, porque indistintamente de la dificultad de la caminata o si el plan es permanecer en un puesto de observación, serán muchas horas las que el observador deba mantenerse de pie y atento al entorno. Se aconseja que la ropa sea marrón, verde, beige o camuflada, para que el observador se mimetice con el entorno. Además, se recomienda llevar gorra, botella de agua, repelente y protector solar.

Para aprovechar la experiencia sin perder detalles, es imprescindible llevar una guía de aves o tener alguna aplicación para identificar especies (como Merlin Bird, Ornito, Birdnet o Picture Bird), un anotador y biromes para registrar ejemplares de la zona. También se sugiere conseguir binoculares, que, si bien son ideales, no son indispensables.

Hay dos momentos del día en que aumentan las probabilidades de ver aves: inmediatamente después del amanecer o cuando cae el sol, porque es cuando salen de sus zonas de descanso para buscar alimentos o regresan a ellos.

De acuerdo con Francisco Táboas, divulgador científico y vocal de la Administración de Parques Nacionales (APN) por el Ministerio de Turismo y Deportes, hay tres características que hacen únicas a las aves: que están en todas partes, que muchas son impredecibles y sus procesos migratorios, algunos extremos, como el insignia playero rojizo, que recorre 32.000 kilómetros cada año para unir el Ártico canadiense con el sur de Tierra del Fuego.

Si bien siempre es temporada para la observación de aves, se recomienda comenzar durante el invierno, cuando los árboles tienen pocas hojas y la comida está más cerca del suelo, por lo que puede resultar más fácil distinguirlos.

Para iniciarse en la actividad, no es necesario viajar largos kilómetros ni requiere de estadías extensas, con una caminata de media hora en un parque o una escapada de fin de semana es suficiente para dar el primer paso.

Algunas aves se reconocen fácilmente por su conducta, por ello, es un buen ejercicio empezar a relacionarse con ellas como se haría con un nuevo amigo, prestando atención a sus aspectos, gestos y lo que les gusta hacer. Se recomienda anotar si el ave está solo, en grupo o en pareja; si vuela, salta, nada o camina en el suelo o sobre un árbol; si está comiendo, qué está comiendo y si ese alimento está vinculado con los árboles a su alrededor, además de describir el paisaje.

Los sonidos son claves al momento de avistar aves, dado que entender de dónde provienen sus cantos puede ayudar a trazar un camino para encontrarlas e identificarlas.

Recuerde que usted es un mero espectador de la naturaleza, no interfiera en ningún aspecto con el ambiente, realice movimientos sigilosos y nunca se acerque a los nidos. Usted se encuentra en un sitio privilegiado, disfrute de las bondades de la naturaleza.

La asociación Aves Argentinas coordina una Red Nacional de Clubes de Observadores de Aves (COA), que nuclea 80 clubes que organizan salidas grupales y gratuitas en 19 provincias. Las fechas son habitualmente publicadas en sus redes sociales. Para mayor detalle, acceder a https://www.avesargentinas.org.ar .

   
   

   
   

  Médicos y otros especialistas ponderaron los beneficios que conlleva la observación de aves

La práctica de la observación de aves creció a pasos agigantados en los últimos años, impulsada, por un lado, por la monotonía que supuso el aislamiento obligatorio de la pandemia de coronavirus y, por otro, porque médicos y terapeutas comenzaron a indicarla como tratamiento alternativo para tratar problemas de salud mental y prevenir el deterioro cognitivo.

"No hay que ser experto para disfrutar de la belleza de las aves, lo único que hay que tener es curiosidad y que atraiga buscar un bicho", explicó a Télam Francisco Táboas, divulgador ambiental y vocal de la Administración de Parques Nacionales (APN) por el Ministerio de Turismo y Deportes, quien reconoce en este tipo de avistaje un aspecto lúdico.

Táboas es un amante de los animales, pero su curiosidad abarca cada milímetro de la naturaleza. Puede, durante horas, graficar las diferencias entre aves, argumentar cómo el cambio climático afecta sus comportamientos y procesos migratorios y, con la misma pasión, repetir lo que explicó minutos antes si no se entendió.

"De chico iba mucho a campamentos, estaba en contacto con la naturaleza. Un día, el padre de una amiga en unas vacaciones me dijo que miraba aves y me invitó a ir con él", recordó sobre el inicio de un hobby que lo llevó a ser guía y a escribir con el destacado Tito Narosky el libro "Guía de Campo".

"Pero ese acercamiento sucede de diversas formas. Hay chicos que viven en un ambiente rural, arrancan cazando pajaritos y después se dan cuenta de que les gustan mucho y dejan de cazar", continuó.

Como Táboas, muchos se inician en el mundo de las aves por la invitación de un conocido, otros por curiosidad o por temas de salud, pero, sin importar cuál es el motivo de la iniciación, la mayoría converge en una misma postura: la conservación de la naturaleza.

"La observación de aves te ayuda a entender procesos naturales, interacciones. Mucha gente que comienza como hobby, termina volcándose a la conservación. Entendés que para que haya tal especie de ave, es importante tal ambiente de planta o ecosistema, empezás a comprender por qué es importante en una ciudad plantar especies nativas o la planificación de arbolado urbano y terminás valorando procesos ecológicos", explicó el también gestor de políticas públicas.

En los últimos años, la observación de aves empezó a sumar nuevos adeptos que, aburridos, "durante la cuarentena miraban por la ventana de sus casas, en la terraza o en el jardín, veían algo que les llamaba la atención y escribían a organizaciones preguntando de qué pájaro se trataba", resumió Táboas.

Pero, además del acercamiento cultivado desde la duda, la salud también jugó un rol central como estimulador.

"Al retornar a la normalidad, las consultas a psiquiatras y psicólogos por trastornos de ansiedad aumentaron y comenzaron a recetar el contacto con la naturaleza para tratarlos. Los médicos de algunos países también empezaron a incorporarlo en los tratamientos contra enfermedades cognitivas, como el Alzheimer", detalló.

Una extensa lista de estudios científicos publicados recientemente en revistas especializadas demostraron que el universo de las aves tiene beneficios para el bienestar físico y mental, pero, sobre todo, puede ayudar a ralentizar el deterioro de quienes viven con demencia.

En Japón, por ejemplo, se designaron unos 50 bosques como centros de terapia forestal, tras comprobar que ese tipo de caminatas baja la presión arterial, fortalece el sistema inmunológico y reduce las hormonas vinculadas con el estrés, la depresión y la incidencia de infartos; Canadá autorizó a sus doctores a prescribir pasar tiempo en la naturaleza; y Estados Unidos y el Reino Unido aplicaron pilotos similares.

"La práctica de avistar aves implica, entre otras cosas, recordar nombres, colores, perfumes, sonidos, formas, hacer listas, estar con gente, caminar", enumeró Táboas, entre ejercicios que contribuyen a mejorar la concentración, mantener la memoria activa y estimular los sentidos que regala la naturaleza.

Fuente: Telam

   
 

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